PROYECTO 1:1

Desde el curso 2019/2020, el colegio Sagrado Corazón participa en una nueva aventura tecnológica y educativa: el Proyecto 1:1. Una nueva metodología de trabajo mediante el uso del iPad que promueve la motivación de los alumnos, a la vez que estimula su inteligencia y voluntad de aprendizaje; logra estrategias más complejas de pensamiento en los chicos y, muy importante, permite al profesorado un ritmo de trabajo completamente personalizado y adaptado a cada alumno.

Nuestro objetivo es que el uso de estos dispositivos como herramienta de trabajo en las aulas se realice de una forma racional y tutelada y, en todo caso, como instrumento potenciador del conocimiento. Está demostrado que la utilización de tabletas y tecnologías de la información (TIC) en la enseñanza mueve a los alumnos a sentirse protagonistas de su propio aprendizaje, lo que les ayuda a desarrollar la creatividad y facilita el trabajo cooperativo, la atención a la diversidad y la incorporación de valores.

Este novedoso programa está implementado en el colegio en los cursos de 5º y 6º de primaria y todos los cursos de la ESO.

 

 

«Jesuitinas: tecnología y aprendizaje del siglo XXI»

Desde hace unos años nos encontramos inmersos en un proceso de cambio, un cambio que no es inmediato y que no es sólo nuestro. Nos planteamos cómo lograr una educación más efectiva, eficaz y competente (desde el punto de vista de las competencias), abierta al futuro y a la vez coherente con nuestro Proyecto Educativo. Nuestra apuesta por incorporar los valores cristianos como núcleo de nues tros centros, pide un cambio en los planteamientos evangelizadores y afrontar dicho cambio desde el desarrollo de las Inteligencias Múltiples. Desde el convencimiento de que la Escuela del siglo XXI va por estos derroteros y desde la obligación que como institución educativa adquirimos, es a nosotros como educadores a quienes nos toca liderar ese cambio y hacerlo realidad en el aula.   La teoría de las Inteligencia Múltiples de Howard Gardner nos aporta un soporte esencial para nuestra práctica educativa. Los defensores de esta teoría definen la inteligencia como “la capacidad para resolver problemas o para elaborar productos o servicios que son de gran valor para uno o varios contextos comunitarios o culturales”. Esta visión plural de la mente parte de la base de que las personas disponemos de diferentes facultades y estilos cognitivos que son el resultado de la interacción de los factores biológicos, las circunstancias en las que vivimos y los recursos humanos y materiales de que disponemos. Gardner argumenta que existe un amplio abanico de no menos de ocho variedades distintas de inteligencia. Cuando hablamos de inteligencia espiritual o existencial, lo primero que debemos de tener en cuenta es la disciplina desde la que estamos enfocando la cuestión. Por una parte la podemos analizar desde la neurociencia y, en concreto, de la teoría de las inteligencias múltiples, o bien desde el campo de la filosofía. En el campo de la Filosofía y, en concreto, siguiendo la teoría expuesta en el libro “La inteligencia espiritual” de Francesc Torralba, destacamos: La inteligencia espiritual abre la mente a una constelación de preguntas que exceden las posibilidades de las otras modalidades de inteligencia: Son las preguntas últimas que, de un modo espontáneo, emergen del ser humano cuando no se le reprime ni se le coacciona. Tales preguntas carecen de una respuesta definitiva por parte de la ciencia, pero no por ello son absurdas ni estériles. Expresan un dinamismo profundamente arraigado en el ser humano: una insaciable voluntad de saber: No basta con decir que carecen de sentido, que son insensatas o que son cuestiones mal formuladas. Expresan el deseo de transcender, de cruzar los umbrales y los límites del saber. A continuación, se enumeran y definen brevemente otras metodologías necesarias para el cambio que estamos desarrollando, que complementan y se articulan perfectamente con la teoría de las IIMM y que a la vez ayudan al desarrollo de la “entera persona”: Aprendizaje cooperativo La clave del aprendizaje cooperativo es utilizar con una finalidad didáctica el trabajo en equipos reducidos de alumnos, utilizando una estructura de la actividad de modo que… …se asegure al máximo la participación igualitaria (para que todos los miembros del equipo tengan las mismas oportunidades de participar)… …se aproveche al máximo la interacción simultánea entre ellos… …con la finalidad de que todos los miembros de un equipo aprendan los contenidos escolares, cada uno hasta el máximo de sus posibilidades y aprendan, además, a trabajar en equipo y otros valores como la solidaridad, el servicio a los demás, el respeto por las diferencias, la ayuda mutua… Estimulación temprana La estimulación temprana es un conjunto de actividades, juegos y ejercicios físicos que se llevan a cabo con la intención de aprovechar cada momento del desarrollo del niño intentando sacar de él todas sus potenciales habilidades y capacidades. Las aportaciones de Glen Doman nos proporcionan los recursos necesarios para el desarrollo de la estimulación temprana en la escuela. Aprender a pensar/ cultura de pensamiento Aprender a pensar requiere crear una cultura de pensamiento tanto individual como grupal, donde el pensamiento se haga visible y se promueva de forma activa como parte de las experiencias cotidianas y habituales de los miembros del grupo. Esta cultura de pensamiento se desarrolla por medio de las rutinas de pensamiento: procedimiento, proceso o pauta de actuación utilizada con cierta repetición para facilitar el logro de algún objetivo o tarea, en este caso, pensar, usar la mente para formar pensamientos, razonar, reflexionar de forma eficaz. Estas rutinas ayudan al desarrollo de las destrezas de pensamiento que consisten en realizar un tipo de pensamiento de manera cuidadosa, con habilidad, como por ejemplo analizar, comparar, tomar decisiones… Los autores principales son David Perkins (rutinas de pensamiento) y Robert Swartz (destrezas de pensamiento)   Aprendizaje y Servicio (APS) El aprendizaje y servicio es una propuesta educativa que combina simultáneamente aprendizaje y servicio a la comunidad articulados en un único proyecto en el que los alumnos aprenden mediante el trabajo centrado en una necesidad de su entorno con la finalidad de mejorarlo. Una manera de entender el aprendizaje basada en la responsabilidad social, la exploración, la acción y la reflexión.