NUESTRO ESTILO EDUCATIVO
IDENTIDAD DE LOS CENTROS DE LA FUNDACIÓN EDUCATIVA JESUITINAS
Las obras educativas de la Fundación Educativa Jesuitinas, fieles a la intuición de Cándida Mª de Jesús, están llamadas a colaborar en la misión universal de la Iglesia a través de la educación cristiana.
Los aspectos que se han potenciado a lo largo de nuestra historia y por lo que quisiéramos ser reconocidos, en el momento actual y en el futuro:
Ser Centros de Iglesia, partícipe de su misión educadora
La Fundación Educativa Jesuitinas hemos recibimos de las Hijas de Jesús y de la iglesia la misión de educar y en su nombre nos dedicamos a ella. Asumir este compromiso supone dar respuesta a las necesidades de la educación, según sus distintas circunstancias y lugares y colaborar con todos aquellos que también dedican sus esfuerzos a la educación cristiana.
Fieles a la intuición de Cándida Mª de Jesús
Hoy, como hace más de un siglo, estamos llamados a dar una respuesta de servicio en el mundo de la educación cristiana y hacerlo con fidelidad a nuestros orígenes y a las circunstancias y exigencias actuales. En consecuencia, nuestro Centro:
Transmite los rasgos propios de nuestra Fundación:
Confianza en Dios Padre y adhesión a la persona de Jesús.
Presencia de María, modelo de respuesta a Dios.
Entrega y servicio a los demás.
Enfoque positivo de la educación
Sencillez y cercanía. Apertura y acogida a todos.
En contacto con el entorno y abiertos a los progresos de la ciencia y de la técnica.
Manifiesta su opción por los más necesitados. Lo que hace que, en cualquier contexto, sea desde esta óptica como enfoquemos nuestro hacer educativo.
Un lugar de Evangelización
Deseamos que nuestra acción educativa sea plataforma evangelizadora, y para ello:
Educamos en la fe y anunciamos el mensaje de Jesús explícitamente.
Favorecemos la experiencia de Dios y el encuentro personal y grupal con Jesús.
Favorecemos la síntesis fe-cultura-vida.
Educamos en y para la paz, la justicia y la solidaridad.
Cultivamos la esperanza como posibilidad de mejorar la realidad.
Prestamos especial atención a los más necesitados.
Que cuenta con un buen equipo de educadores y un estilo propio de funcionamiento:
Personas comprometidas e implicadas en una misión común. Para lo que se favorece:
La formación y preparación adecuada y actualizada.
El trabajo en equipo y la participación responsable.
La búsqueda de la mejora continua y la calidad en nuestro servicio.
Unas estructuras de gestión y de funcionamiento que lo hagan posible.
Al servicio del interés público
Desea ser respuesta al deseo de una educación cristiana de calidad de las familias.
Educamos en el respeto a las diferencias individuales y colectivas, religiosas, culturales, lingüísticas, etc.
Fomentamos el sentido crítico, la creatividad y la capacidad de expresión y participación.
Potenciamos una formación académica de calidad, abierta a las nuevas tecnologías informáticas y audiovisuales y a una buena formación plurilingüe.
Integrados en el medio socio-cultural.
Procurando una asimilación progresiva de la cultura, estilos y aspiraciones del lugar en el que está enclavado.
Abiertos al entorno y con la mirada puesta en el mundo global que nos toca vivir.
Rasgos que definen nuestra escuela:
Su finalidad explícitamente educativa y su carácter cristiano y comprometido con una educación en valores humano-cristianos.
La diversidad que enriquece y aporta calidad a nuestra oferta educativa.
Que ofrece una pedagogía abierta y centrada en la persona concreta y sus circunstancias.
Con un enfoque positivo de la educación basada en la motivación y el estímulo.
Enfocada a dar respuesta a las necesidades y características de los educandos.
Donde las responsabilidades se asumen y se realizan como un servicio, poniendo cada uno en juego sus capacidades junto a las de los otros para lograr unos objetivos comunes.
Cercana e interesada por la realidad que nos rodea, conocedora de situaciones y necesidades.
Con una comunidad educativa que reflexiona, se evalúa y se autoevalúa, para dar la mejor respuesta en cada momento concreto y en cada situación.
Que comparte sus buenas prácticas con otros y está abierta siempre a aprender de los demás, de manera especial con otros centros de la Fundación Educativa Jesuitinas.
TIPO DE PERSONA QUE EDUCAMOS
Es el horizonte educativo al que nos orientamos. Sabemos que a nuestros alumnos les va a tocar vivir en un mundo distinto al nuestro. El reto es prepararles para que puedan transitar con cierta soltura en medio de las “fronteras”.
Como se ha dicho antes, nuestros centros procuran una educación integral, en palabras de Santa Cándida Mª de Jesús: “educar a la entera persona”
En concreto definimos así el tipo de persona que queremos educar:
Una persona responsable y participativa, que asuma su propia identidad y que la ponga al servicio de la familia, el Colegio, la Iglesia y la Sociedad.
Una persona libre y autónoma, capaz de desenvolverse por sí misma, de ir eligiendo aquello que más la realiza como persona, que tiene un proyecto personal y se compromete con él.
Una persona con sentido crítico, capaz de discernir, en coherencia con el proyecto de vida cristiana, los acontecimientos y las realidades sociales e históricas.
Una persona creativa, abierta al cambio y con capacidad de transformación de la realidad.
Una persona alegre, con la alegría profunda del que ha descubierto el sentido de su vida, del que se siente en paz consigo mismo, con los demás y con Dios, y se pone al servicio de los demás.
Una persona solidaria, tolerante y fraterna, que acoge a los demás con sencillez y cercanía, que colabora y se integra en los proyectos grupales, que desea aportar algo al mundo en que vivimos; una persona que se comunica, que respeta a cada persona por su dignidad de hijo de Dios, que trabaja y se compromete con la justicia y la solidaridad, especialmente con los más necesitados.
Una persona formada íntegramente, que asimila y valora de forma crítica la cultura de su tiempo a la luz de la fe; que se prepara profesionalmente para ser útil a la sociedad, que desarrolla su persona en totalidad.
Una persona abierta a la trascendencia, que ha descubierto la fe como un elemento integrante de su vida, que ha tenido la experiencia del encuentro personal con Cristo y se compromete desde ahí en su proyecto liberador y lo hace en la Comunidad cristiana.
Asumimos el reto de sintetizar estos rasgos en unas palabras que expresen y aglutinen estos objetivos. Nos quedamos con estas tres:
AUTÓNOMOS, CREATIVOS y COMPROMETIDOS
Nuestro horizonte a la hora de formar a nuestros alumnos. Compartir los significados que se encierran cada una de estas palabras es tarea de todos los educadores y en ello estamos comprometidos.